SALPINGITIS
Se entiende por salpingitis a la
inflamación de las trompas de Falopio, que puede presentarse en forma aislada o
implicando el compromiso de otras áreas del tracto genital femenino. Su
etiología se debe a microorganismo cuya colonización sucede en circunstancias
de encuentros sexuales, de complicaciones en el parto o tras abortos
espontáneos o inducidos. También se han señalado como factores de riesgo, la
edad temprana de inicio de la actividad sexual, ciertos métodos anticonceptivos
intrauterinos y el hábito de fumar. Suele tratarse de infecciones
polimicrobianas pero al momento de puntualizar sobre agentes causantes de salpingitis
se pueden mencionar al gonococo Neisseria gonorrhoeae como principal responsable. La infección por Chlamydia
trachomatis suele implicar el desarrollo de cervititis pero también se
observa el ascenso de la infección hasta el útero y trompas. Se han reportado
también casos infrecuentes de infección causada por Escherichia coli, Mycoplasma hominis, Ureaplasma urealyticum o incluso de un metazoario parásito
conocido como Enterovius vermicularis.[1]
En tanto proceso inflamatorio de
rápida aparición, la salpingitis supurada
aguda cursa con un exudado purulento (pus)
producto, en un principio, del infiltrado de neutrófilos actuando en la
digestión de restos celulares. Al momento de caracterizar el patrón morfológico
que conlleva este proceso de muerte celular, se la clasifica dentro de lo que
se conoce como necrosis licuefactiva.
La respuesta celular busca actuar sobre los microorganismos piógenos responsables
que se observarán principalmente como diplococos gran negativos intracelulares.
El análisis microscópico implica también la observación de congestión y líquido
de edema producto de los cambios vasculares que hacen a los procesos
mencionados anteriormente. Si bien la inflamación se limita esencialmente a la
mucosa del tejido, con frecuencia el pus se vuelca a la luz tubárica
(piosálpinx) y se puede extender a ovarios.
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Salpingitis aguda al microscopio óptico |
Lo anterior puede evolucionar a
una salpingitis folicular crónica
con un proceso inherente de reparación que implica la progresiva fusión de los
pliegues tubulares y fimbrias, en parte desprovistos de epitelio, y procesos de
cicatrización que suelen conducir a que la luz de la trompa se vea comprometida
para el paso del ovocito. Es por esto último que la infertilidad y el embarazo ectópico sean secuelas de este tipo de
inflamación que es necesario tener en cuenta para poder garantizar un
tratamiento temprano y oportuno de la afección.
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Vista macroscópica de
una trompa de Falopio izquierda sana (imagen A) y con inflamación aguda (imagen
B)
|
La salpingitis puede ser enmarcarda
en un cuadro inflamatorio de distintas estructuras del tracto genital femenino
bajo el nombre de enfermedad inflamatoria pélvica (EIP)[2].
La infección es por lo general ascendente, comenzando en vulva, vagina y cuello
uterino y extendiéndose luego hacia el tracto genital superior causando dolor
pélvico y fiebre.
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